Una madre busca respuestas al deterioro de la salud de su hija. Su cuadro comenzó el 17 de octubre cuando los estudiantes de bachillerato retomaron las clases. Esa vez, ella y otros 18 alumnos de un mismo liceo al norte de Monagas se tornaron pálidos, tuvieron dolor de cabeza y debilidad muscular después de entrar al salón de clases. Una semana después, la cifra de afectados pasó de 100. Las causas son desconocidas y, por eso, la comunidad educativa exige respuestas de las autoridades